viernes, 12 de marzo de 2010

Es como aquella fábula...


Es como aquella fábula del escorpión y la tortuga. En esta historia, un escorpión le pedía a una tortuga que le dejase montar sobre su caparazón para poder cruzar el río. La tortuga, recelosa, le preguntaba si no iba a aprovechar ese trayecto para clavarle el aguijón y matarla. Dolido, el escorpión daba su palabra de honor de que es no sucedería porque, si hacía eso, los dos estarían condenados a morir ahogados en el agua y a ser arrastrados por la corriente. Y con este argumento, el escorpión se subía encima de su medio para cruzar de orilla a orilla. A mitad de camino, el escorpión le clavaba su venenoso agiuijón a la tortuga y ambos eran arrastrados por el fluir del rió. Pero, antes de morir, la tortuga le preguntaba a su mortal compañero por qué lo había hecho y éste le contestaba que no podía evitarlo, que ésa era su naturaleza.



La Unió de Periodistes inauguró ayer, en Valencia, una exposición fotográfica con el caso Gürtel como temática central que la Diputación de Valencia, que gobierna el Partido Popular, censuró cuando debía exponerse en el Muvim, museo dependiente de esta institución. Esta decisión, además de volver dejar a la luz el espíritu totalitarista de este partido que no permite ni una crítica a su gestión y que usa todas las herramientas a su alcance para intentar hacer callar a cualquier voz en su contra, hahecho que, como si se tratase de una altavoz, se amplifique la resonancia y el interés por ver estas fotografías al ámbito nacional y se convierta en tema de apertura de un gran número periódicos.
Y es que, como en la fábula de la tortuga y el escorpión, la naturaleza de los "populares" parece que ser que se empeña en empozoñarlo todo, en destruir cualquier actividad positiva para la sociedad, en acabar con cualquier acción que la mueva a pensar y reflexionar. Pero, al igual que el escorpión, sus decisiones terminan por volverse en su contra. Así, ese aguijonazo de censurar las imágenes sobre el caso Gürtel tomadas por los fotógrafos valencianos ha provocado que se hable de ellas en toda España y que un gran número de personas haya tenido acceso a ellas, se haya interesado por unas instántaneas que, sin la naturaleza del escorpión, quizás no hubiesen visto nunca.
Y tal vez, como le ocurría a ese escorpión, su naturaleza será la que provoque su propia desaparición.

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