Somos curiosos los seremos humanos y, si te paras a pensarlo dos veces, tambien graciosos. Sobre todo en el tema de las relaciones sociales, de las amistades y los afectos. No sé, al menos a mí me lo parece. Hay ocasiones en que te encuentras con alguien, a quien hace mucho tiempo que no ves, que te da dos besos, que te estrecha la mano y te pregunta qué tal te va, mirándote a los ojos y con una sonrisa en los labios que delata que se alegra de verte.
Y tú también te alegras de verle y charlas con esa persona y piensas que deberías retomar la relación con ella y, aunque sea por un parde días, en serio crees que lo vas a hacer. Pero las circunstancias de la vida te llevan por otros caminos y la acabas olvidando de nuevo. Es curioso.
Y en cambio, personas a las que en el fondo no soportas o a las que sabes que deberías apartar de tu lado, las mantienes cerca y las llamas cada día, para quedar y tomar algo. Es dvertido porque parece que nos gusta complicarnos la vida. O apartas la mirada y te haces el despistado ante alguien con quien sabes que has obrado mal o que deseas saludar, decirle algo, pero la timidez o el miedo a su reacción te fuerzan a no hacerlo. Pero, al día siguiente, no sabes muy bien por qué, te acercas a ella y pareceque seas su amigo más íntimo y realizas unas confidencias que no te atreverías a hacer con otras personas
Somos verdaderamente curiosos los seres humanos.
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